Habitaban en el monte Olimpo, en familias divinas que compartían con los humanos comportamientos, actitudes, defectos y virtudes. Así pues había muchos dioses emparentados entre sí, pero uno superior a todos los demás que era Zeus.
A diferencia de otras mitologías en la griega los dioses no fueron los que crearon el mundo, por eso se preguntaban constantemente por el origen de este. La respuesta era el Caos.
En los primeros tiempos de este universo las deidades establecieron luchas entre sí por hacerse con el dominio del mundo e imponer un cierto orden (teoría común a muchas otras mitologías).
En el caso de la mitología griega encontramos una primera lucha entre Urano que representaba al Cielo y su hijo Cronos representante del tiempo; sin embargo será Zeus hijo de este el que se alzará como vencedor.
Estas luchas son una trasposición de las constantes guerras que vivían los humanos, sólo que éstas a escala sobrenatural.
Una vez que Zeus está al frente del poder total, se forma una genealogía olímpica que vivirá muchas historias y aventuras cuyos protagonistas serán los mismos dioses acompañados de los héroes.
La formación de la mitología griega fue un proceso lento que fue evolucionando de la mano de la sociedad. Los primeros dioses fueron los de la fertilidad, protectores de la vegetación, la diosa madre etc.
A partir del segundo milenio antes de Cristo las influencias indoeuropeas de donde provenían todas las creencia religiosas se fueron integrando en los mitos griegos; hasta que el culto a Zeus se fue imponiendo a la diosa de la Tierra Hera; Hera pasa a ser hermana y esposa de Zeus.
Para los griegos lo dioses y hombres habían sido creados por el igual en el sentido de que el mundo era igual para todos, solo se diferenciaban en que la vida de los hombres tenía un límite mientras sus dioses siempre existirían. Para la cultura griega a diferencia de la egipcia la vida del más allá no era motivo de preocupación.
Las relaciones entre los pueblos de Oriente Próximo siempre existieron y se cree que pudieron influenciar sobre esta cultura. Es indudable que la diosa Afrodita griega tenía su antecedente en la diosa fenicia Astarté diosa del amor, la fecundidad y la belleza.
La relación de los griegos con sus dioses era la de establecer una amistad con ellos, puesto que sabían que regían su destino. Podríamos decir que marcaban las pautas de comportamiento de una sociedad que temía el castigo divino si se comportaba mal.
Los dioses tenían una significación política pues las ciudades-estado griegas tenían a su dios particular o a un grupo de dioses a los que rendían culto en los numerosos y hermosos templos.
También en las casas particulares era común que hubiera un altar a Zeus o que Hestia, diosa del hogar, tuviera sus ritos y sus devociones que se oficiaban en el interior de la casa.
Como los templos eran las moradas de los dioses los sacrificios se efectuaban en un altar situado fuera del templo y una vez que el dios lo aceptaba se quemaba la grasa de un animal como sacrificios junto con hierbas aromáticas para que el humo llegase hasta el dios.
Los dioses sólo necesitaban olores y perfumes por lo que su naturaleza sería inmortal al no estar sujetos a las necesidades de la carne. Así quedó establecida la diferencia fundamental entre unos y otros.
Por último cabe destacar que los héroes que protagonizan casi todas las fábulas de esta mitología se considera que tiene una mitad humana y otra mitad divina.
Hola Alba, realmente es una labor titánica tratar de entender la mitología griega, pero sí hay una manera de abordarla leyendo la obra de Robert Grave, donde se nota que hay una columna espinal, y es como la Biblia que tiene un principio y un final. Estoy leyendo ese libro y es mucho lo que he podido avanzar. Se trata de la zaga de los griegos y estoy seguro de que si Dios hubiera escogido el pueblo griego como su pueblo, todo ese maremagnum que daría una historia muy coherente. En resumen, la mitología griega es historia bruta mientras que la Biblia es historia decantada para llegar a lo fundamental. Y hay mitos griegos que se parecen a los relatos bíblicos, lo que demuestra que todos los pueblos tienen historias similares porque, al fin y al cabo, la humanidad es una sola y todos pasamos por las mismas experiencias, unos más y otros menos. Te deseo feliz noche.
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