Ninguna otra civilización como la del Egipto antiguo ha cautivado tanto la imaginación, es una tierra rodeada por un halo de misterio.
Y es que todavía hoy en día esta civilización causa asombro a los historiadores. Durante dos milenios largos, los que precedieron a la formación del “Reino Unificado”, las culturas neolíticas se desarrollaron de forma similar a las de otros países.
Fue en el cuarto milenio donde se produjo una modificación profunda: importaron el arte de la construcción en ladrillo, motivos artísticos y especialmente la escritura que irrumpe en la cultura egipcia hacia el 300 a.C.
Todas las creaciones egipcias adquirirían un estilo propio in confundible y característico ya que Egipto estaba naturalmente protegido por el desierto, el Mar Rojo y el Mediterráneo y por tanto permaneció en un cierto aislamiento.
Durante más de 3000 años mantuvo sus patrones religiosos y artísticos en torno a la condición divina del faraón como un dios encarnado.
Todavía hoy las arenas del desierto siguen ofreciendo sorpresas a los arqueólogos que trabajan en ellas, descubriendo los restos de una cultura que alcanzó un grado de civilización incomparable. Reyes, dioses, sacerdotes, pirámides y templos cautivan hoy a los hombres del siglo XXI que se rinden ante esta civilización enigmática.
La historia de Egipto comienza con la unificación de los dos grandes reinos que lo conformaban: Alto y Bajo Egipto. A partir de aquí se fueron sucediendo diferentes dinastías faraónicas que podemos clasificar como los siguientes periodos:
Imperio Antiguo (2900-2270 a.C.), comprende el despertar de la cultura egipcia, aparece la escritura y con ella se crean las primeras leyes civiles y religiosas. Se produce el derrumbamiento del Imperio Antiguo excepto en la ciudad de Menfis.
Imperio Medio (2100-1700 a.C.), época de renacimiento cultural.
Imperio Nuevo (1555-1090 a.C.), se produce el apogeo de Egipto en su dimensión política estableciendo comunicaciones con Asia Menor.
Época Tardía (712-525 a.C.), las relaciones con Grecia producen un interesante intercambio comercial y cultural. La historia egipcia como creadora y desarrolladora de una cultura independiente termina en el año 525.
Dominio Persa (525-332 a.C.)
Período Grecorromano (332 a.C.-63 d.C.), Alejandro Magno funda Alejandría como centro de cultura helenística. Tras su derrumbamiento se convierte en una nación independiente.
Una vez que nos hemos introducido de lleno en la cultura egipcia toca preguntarse cómo todos los hitos, leyendas e historias del Antiguo Egipto han podido llegar hasta nuestros días.
La fuente más importante de información no son los autores griegos, sino los textos que se inscribían en las tumbas y los sarcófagos.
Su función principal era la de proteger al difunto pero han sido estas inscripciones las que nos han dado a conocer grandes temas de la mitología y religión egipcias, como el mitos de la creación, la vida en el más allá o las características de los dioses.
Un ejemplo de estos textos que aparecían en los sarcófagos de aquellos que se podían permitir un gran entierro es el mito de “la masturbación divina de Atum” mediante la cual infundió la vida y creó a otros dioses.
Sin embargo los textos más antiguos se remontan a fechas del tercer milenio antes de nuestra era: grabados en las paredes de nueve pirámides del Imperio Antiguo, limitados a las referencias de los faraones.
Estos textos refundidos con los de los sarcófagos dieron lugar al Libro de los Muertos que se reproducía sobre papiro de forma individual por el fallecido con una extensión que dependía del poder adquisitivo del mismo.
Aquí se pone de manifiesto la importancia vital de pronunciar y conocer las palabras adecuadas para que después de muerto el egipcio accediera a la eternidad.
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