jueves, 1 de noviembre de 2012

Ana

Anorexia, bulimia, vigorexia, son términos cotidianos del mundo contemporáneo en el que vivimos.
El principal problema es que a menudo obviamos que este tipo de trastornos alimentarios, o Trastornos Psicogénicos de la Alimentación (TFA), y en realidad son un tipo de enfermedades para las cuales, por desgracia, todavía no hay solución.
Los tipos de trastornos más famosos son la anorexia y la bulimia.
A pesar de que siempre hablamos de “anorexia” para referirnos a la enfermedad correctamente debemos emplear el concepto de anorexia nerviosa, ya que el término anorexia tan solo hace referencia a la pérdida de apetito.


La anorexia nerviosa es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida auto inducida de peso corporal, además de la distorsión de la imagen corporal del enfermo, que conlleva a una restricción de alimentos que puede llevar incluso a la muerte.
A pesar de ser una de las enfermedades consideradas “del mundo industrializado” ya en la Edad Media consta la existencia de casos parecidos en los que los creyentes renunciaban a la comida (Santa Anorexia) para alcanzar las virtudes divinas.
Las investigaciones sobre dicho enfermedad comenzaron a desarrollarse a partir de 1860 pero no fue hasta los años 30 del siglo XX  cuando se comenzó a estudiar dentro del campo de la psicología.
Hoy es un tema constante en especial en los países desarrollados e industrializados, y mucho más común en el sexo femenino (un 90% de las personas anoréxicas son mujeres)
Las causas de esta enfermedad son difusas. Se  ha comprobado que existe una predisposición de origen genético a sufrir este tipo de enfermedades, pero también es evidente que los factores sociales son un gran aliciente.
Existen dos perfiles bastante definidos entre los pacientes que padecen este tipo de enfermedad.
Por un lado están las familias pertenecientes normalmente a las clases altas sociales; en este arquetipo de familia suele haber una exigencia bastante estricta sobre la perfección que deben tener los hijos. Uno de los problemas de las clases altas sociales es que tiende a asociarse el éxito con la perfección lo cual implica necesariamente delgadez.
Otro modelo familiar que se repite bastante es el caso contrario al anterior. Se trata de familias desestructuradas en las que los hijos no reciben la suficiente atención por parte de sus padres lo que les lleva a aislarse socialmente, y sobre todo, a auto inculparse lo que les puede llevar a sufrir este tipo de trastornos.
 Sea cual sea el desencadenante de esta enfermedad, los que la sufren ponen en peligro su vida.
El nivel de peso, muy por debajo de lo que debería, provoca en estos pacientes graves problemas de desnutrición que desencadenan en cardiopatías en las que el corazón comienza a fallar provocando desde arritmias hasta un ataque.
También se pueden encontrar serios daños neuronales que provoquen convulsiones o pensamientos irracionales que terminen en situaciones muy peligrosas para el enfermo.
Otros efectos comunes son la caída del cabello, problemas hormonales que provocan la ausencia del periodo, crecimiento lento, úlceras de estómago, etc.
Todos estos efectos resultan totalmente devastadores para la persona que sufre la enfermedad; uno de los casos que fue capaz de captar el interés de los medio de comunicación fue el caso de la, ya fallecida, modelo Isabelle Caro.
En 2007 protagonizó una campaña de la marca No-lita en contra de la anorexia para la cual poso desnuda para el fotógrafo Oliviero Toscani. Las fotos eran realmente impactantes ya que se podía apreciar completamente su “esqueleto”.
Gracias a Isabelle esta campaña consiguió crear mucho impacto sobre el público y atraer la atención sobre la dureza de estas enfermedades.
Isabelle padecía anorexia desde sus 13 años, y a los 20 con tan sólo 25 kilos de peso entró en un coma del que se pensaba no saldría.
A pesar de superar el coma Isabelle falleció en 2010 con tan sólo 38 años,  y aunque se desconocen las causas exactas de la muerte ingresó en el hospital debido a una crisis respiratoria aguda.
La tragedia no acabó ahí ya que su madre no fue capaz de superar el fallecimiento de su hija, ya que estas enfermedades es muy común que provoquen en los padres de los enfermos un sentimiento de culpabilidad y se atribuyan la causa de esta. En enero de 2011 su madre decidía quitarse la vida.
Este es sólo uno de los casos que la a anorexia ha provocado que acabe en tragedia, pero existen muchos más casos y unas cifras de afectados que, desgraciadamente, cada día crecen más y más.


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