Una de las características que mejor define el cine de hoy en día son los efectos especiales.
Estos son usados para crear una ilusión óptica sobre el espectador, recreando situaciones imposibles como puede ser viajar en el tiempo o sustituyendo situaciones que podrían ser peligrosas para los personajes y el equipo de rodaje, por ejemplo una explosión.
Actualmente estas técnicas han obtenido un gran desarrollo debido en parte al gran avance que ha habido en el mundo digital y multimedia. Sin embargo aunque los mejores y más alucinantes efectos se consigas mediante las técnicas digitales no sólo se resumen a eso.
Se considera un efecto especial al humo presente en obras de teatro o performances, lluvia artificial de espectáculos, fuego en conciertos, etc
Ya en el siglo XX aparecía la técnica conocida como stop motion que creaba el falso movimiento de objetos estáticos mediante una sucesión de imágenes fijas.
Existen cinco tipos de efectos especiales:
En primer lugar los efectos ópticos, que son los más antiguos, consisten en la manipulación de una imagen fija, una fotografía. También se les puede denominar efectos visuales o fotográficos.
Más concretamente podemos incluir en esta categoría toda distorsión fílmica que se realice con la misma cámara o bien en el proceso de revelado y positivado.
Las técnicas más comunes en el cine de efectos especiales son efectos ópticos. El fundido, encadenados o cortinillas se clasifican en este apartado.
Contrarios a estos estarían los efectos físicos o mecánicos que son aquellos que se llevan a cabo durante el rodaje de la película. Tienen sus raíces en los espectáculos teatrales y del ilusionismo.
Los efectos de montaje se remontan también a los orígenes del cine. Se trata de cualquier cambio que se realice en el escenario que el posterior empalme fílmico hará que pase desapercibido para el espectador.
A continuación tendríamos los efectos de sonido (Pre grabados) y de maquillaje.
Por último los efectos de los que comenzamos hablando, los efectos digitales que son todos aquellos creados por el ordenador o retoques de imágenes reales retocadas por medio de este. Este tipo de efecto especial aparece en los años 70 de la mano del gran Geroge Lucas bajo la superproducción de “La Guerra de las Galaxias “(1977).
Como hemos visto a lo largo de la historia las técnicas para crear efectos especiales han ido cambiando; se usan diferentes herramientas y procedimientos pero todo con un fin común que sigue siendo el de ser la fábrica de sueños que hace posible lo imposible.
A continuación mostramos la evolución en la historia de los efectos especiales a través de las películas más representantes de estas técnicas en esta línea del tiempo.
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