sábado, 3 de noviembre de 2012

Ana y Mia


Para finalizar con el tema que ha protagonizado mis dos últimos post, hoy os hablaré de algunos aspectos comunes y desde luego muy interesantes del mundo de Ana y Mia.
La denominación que he utilizado para dar título a las dos entradas previas, Ana en el caso de la anorexia y Mia para la bulimia, proviene de un triste mundo que ha surgido a través de internet.
Desde hace años se conoce la existencia de webs a favor de la anorexia y la bulimia. En estas webs sus protagonistas consideran a Ana (anorexia) y Mia (bulimia) sus amigas fieles que les ayudarán a conseguir su más preciada meta: “ser princesas”.
Este mundo irreal tiene como lema “nadie dijo que ser princesa fuera fácil”. Lo más desolador es que ser princesa es obtener un peso extremadamente bajo para parecerse a sus “thinspirations” que suelen ser en muchas ocasiones celebrities que han sufrido trastornos alimenticios.
Para conseguir esa meta las participantes utilizan a sus amigas Ana y Mia para alcanzar sus metas de kilos, incluso creando carreras de kilos donde el ayudo suma diez puntos.
Estas webs al principio eran de difícil acceso para visitantes externos, sin embargo cuando en 2004 salieron a la luz este tipo de difamaciones se cerraron la gran mayoría de estos portales web.
Esto, desgraciadamente no sirvió de mucho ya que las internautas abrieron otros sitios de más difícil acceso para continuar creando estas comunidades autodestructivas. El dato más desolador vino dado entre 2006 y 2007 en el que este tipo de páginas web que apoyan la anorexia y la bulimia habían experimentado un crecimiento mayor que el de las redes sociales.
Lo que podemos pensar todos en un primer momento es que es necesario el cierre de este tipo de páginas sin embargo es muy curioso pues muchos expertos en psicología coinciden en que no es la mejor forma de frenar el problema.
Estos sostienen que este tipo de webs pueden funcionar como una válvula de escape para los enfermos. Es una forma de expresar lo que sienten las personas que están presas de estas enfermedades y satisfacen el deseo de muchos pacientes con este tipo de trastornos que es encontrar a gente que esté pasando lo mismo que ellos y les comprenda.
 Este sentimiento de identificación es muy beneficioso para muchos ya que les hace ver que no están solos en su lucha.
Sin embargo donde todos coinciden es en la necesidad de clausurar aquellas páginas cuyo fin sea la provocación al suicidio o a la autoagresión.
 La mayoría de participantes en estas webs son mujeres; es sabido por todos que las mujeres predominan en la tendencia a caer en este tipo de enfermedades (se estima que un 90% son mujeres), aunque cada vez más se encuentren casos masculinos.
Queriéndome centrar en algunos datos estadísticos sobre estas enfermedades, me sorprendí al ver que en los únicos sitios donde se habla de datos y tablas estadísticas fechan de, cómo mucho, el año 2005.
Es decir existe un gran desconocimiento, al menos de manera pública, sobre  el aumento o disminución de casos de anorexia y bulimia, las tasas de mortalidad etc.
En esta página, que recoge amplios aspectos sobre estas enfermedades, se recogen algunas estadísticas porcentuales.  
Lo que sí se puede afirmar, pero no estar orgulloso es que Europa es el tercer país por detrás de EE.UU y América Latina en casos de trastornos alimenticios.
Y si nos paramos a pensar en cual puede ser el factor desencadenante de estas enfermedades ¿Cuál sería?
Como ya hemos dicho existe una cierta predisposición biológica, y mucha variedad de causas por las que un paciente puede llegar a sufrir estos trastornos. Sin embargo hay un fuerte componente sociológico que no debemos dejar pasar desapercibido pues es constante en la sociedad contemporánea: el mundo de la comunicación.
Vivimos nuestro día a día en constante contacto con los medios de comunicación. Todo el mundo conoce a las modelos más famosas del planeta, continuamente nos bombardean anuncios de chicas aparentemente perfectas y delgadas, las actrices que vemos en el cine son chicas de ensueño… En resumen podemos afirmar que vivimos en una sociedad donde la imagen perfecta se idolatra.
Se calcula que aproximadamente entre anuncios directos e indirectos que se pueden encontrar en una revista destinada principalmente a público femenino un 24% son anuncios de comercialización de productos para adelgazar.
Y sin ser la publicidad de anuncios de productos específicos dirigidos a la pérdida de peso, las altas celebrities, actrices, cantantes, ofrecen siempre al público una imagen supuestamente perfecta.
Muchas de estas mujeres son mujeres ídolos para las pequeñas adolescentes que “quieren ser como ellas”. Pero sin embargo en algunos casos esa imagen perfecta que muestran oculta graves problemas alimenticios.
(Nicole Richie by Srami)

Britney Spears, Ashlee Simpson,  Calista Flockhart (más conocida por todos como Ally McBeal), Nicole Richie, Lindsay Lohan, las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen, o Paris Hilton son algunas de las famosas más deseadas y que todas ellas han atravesado o se encuentran luchando actualmente en contra de algún trastorno alimenticio.
Para finalizar ya este tema, quisiera compartir algunas de las preguntas que me han parecido interesantes después de tener la ocasión de mantener una entrevista con la Doctora Flora Vega Fernández, médico-psiquiatra ESM-infantil-juvenil del Centro de Salud Mental del Bierzo.
Muchas de las preguntas incluidas en la entrevista ya las hemos explicado antes por ello solamente quería mostraros aquellas más interesantes.
P: Dentro de anorexia y bulimia ¿en cuál es más fácil caer y de cuál salir?
R: Caer en la anorexia y salir de la bulimia.
P: ¿Sigue habiendo tanto margen de diferencia entre el número de enfermos masculinos y femeninos como hace unos años o ha variado?
R: Ha variado por el hecho de que se ha incrementado el número de pacientes vigoréxicos ENLACEEEEEE masculinos.
P: Al ser enfermedades de campo psicológico ¿se podrían superar con una gran fuerza de voluntad?
R: No, no tiene solo que ver con la psicología sino que son enfermedades mentales que precisan de algo más que fuerza de voluntad.
P: Para usted ¿cuál ha sido el caso más escalofriante que ha tratado?
R: Durante mi periodo en Barcelona, fue un caso de una niña de 10-12 años que se tragaba esponjas para absorber la grasa.
 
 

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