No era de extrañar que fruto de la relación del dios griego más poderoso y Metis, diosa de la sabiduría naciera la más inteligente y respetada de todas las diosas: Atenea.
Este mito ha sido objeto de discusiones en numeradas ocasiones pues unos dicen que, ante el augurio de que el segundo hijo de Metis sería un varón que destronaría a Zeus, el dios procedió a tragarse a Metis embarazada para que no hubiera posibilidad de otro embarazo.
Otros, sin embargo afirman que el relato válido es aquel en el que la diosa, transformada en una gota de agua a petición del astuto Zeus, éste la ingirió de manera que Metis y la futura Atenea permanecieron en el vientre de Zeus.
Llegado el momento del parto un fuerte dolor de cabeza invadió a Zeus lo que le hizo gritar tan fuerte que hasta tembló el firmamento. Llamó a Hefesto, el herrero divino, para que de un hachazo le abriera la cabeza y de ella surgió Atenea completamente armada con casco, lanza, escudo y una armadura de bronce.
Otra de las muchas versiones que existen sobre el nacimiento de Atenea dice que se produjo cuando la cabeza de Zeus, estando el dios cerca de Cnosos, chocó contra una nube en la que se encontraba oculta la diosa. Sea cual sea la historia que prefiramos lo que no cabe duda es que Atenea salió de Zeus.
Diosa guerrera tomó parte en combates contra gigantes.
En la guerra de Troya se alineó con los aqueos. Guardaba rencor a Paris, el troyano desde que en el famoso concurso de belleza del monte Ida no fuese ella la elegida como diosa más bella.
Fue protectora de Heracles, armándole y proporcionándole unos crótalos de bronce con los que pudo asaltar a las aves del lago Esfíntalo, que al levantar el vuelo fueron abatidas por las flechas del héroe. A modo de agradecimiento Heracles le entregó una de las codiciadas manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.
Es constante la presencia de la diosa ayudando a Ulises en la Odisea. Es gracias a ella por lo que este puede regresar a Ítaca pues la diosa le confiere una belleza sobrenatural con la que enamora a la joven de la isla de los feacios que le proporcionará la embarcación adecuada para su vuelta al hogar.
En estas ayudas que presta la diosa puede verse la fuerza del espíritu frente a la fuerza bruta, pues Atenea es considerada como la diosa de la Razón. Preside las artes y la literatura, pero especialmente se la relaciona con la filosofía, la poesía y la música.
Es también protectora de las hilanderas, tejedoras y bordadoras. Un claro ejemplo de esto es la famosa leyenda de Aracne.
Atenea estaba considerada como diosa guerrera y en ese sentido se le atribuyen la invención de la cuadriga y del carro de combate, pero también destacaba en las artes de la paz.
Además era frecuente que muchas ciudades la tuviesen como su deidad protectora y se le rindiese culto de una forma especial; aparte de Atenas, a la que se creía había dado su nombre, Esparta Mégara y Argos entre otros la tenían como a su diosa.
Atenea nunca se casó y siempre permaneció virgen, pero un día fue a visitar a Hefestos el cual se enamoró de ella y virtió su esperma por encima de ella. La diosa se deshizo con al lana de él y lo arrojó al suelo. Esa tierra fecundada dio a luz a Erictonio, considerado siempre por la diosa como su hijo.
Los atributos de la diosa eran la lanza, el casco y la égida o escudo atributo que compartía con su padre Zeus.
En su escudo figuraba la cabeza de la Medusa que convertía en piedra a todos aquellos que fijaran su vista en ella. Su animal era la lechuza y su planta el majestuoso olivo.
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